HISTORIA DE LAS PELEAS DE GALLOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA

lunes, 11 de abril de 2011

Evaluacion De Las Peleas De Gallos

Cuantas veces vamos a la valla y vemos pasar uno y otro combate durante algunas horas, muchos disfrutándolos, otros no tanto y algunos deseando un golpe de suerte de cualquier contendiente para decidir lo o que el tiempo vuele para que concluya y no sufrir mas ante una pelea can sosa y falta de emotividad. Todo criador o gallero tiene al menos una pelea inolvidable, que por una causa u otra quedo grabada y cuando se presenta la ocasión, pues allá va la anécdota.  Muchas veces esperamos con ansiedad determinada pelea entre ejemplares favoritos que por su demostrada calidad en contiendas anteriores o por su conocida casta, y/o referencias de su probada cría, nos ilusionamos con ver “tremendo peleón” y a la hora de la verdad no se cumplen las expectativas.    Esta muy claro que una cosa es un buen gallo y otra cosa es una buena pelea y que no todos los buenos gallos hacen una “buena pelea” y se justifican por diversas razones para ello, pues influyen factores que dependen unos del gallo, otros del criador y otros del gallero o entrenador; tales como la crianza, la alimentación, el cuido o preparación para el combate, la calidad de las espuelas y su colocación, etc.  No seria tan importante para catalogar una pelea el tiempo que dure la misma ni el monto de las apuestas, siempre va a primar la calidad tanto de los ejemplares como del tratamiento que han recibido desde que nacieron.  Y como no todas las peleas son iguales, considero que se deben clasificar en BUENAS, REGULARES Y MALAS atendiendo a los siguientes criterios: 


BUENAS: Cuando ambos contendientes desde que inician el combate no dan ni piden tregua, son altamente agresivos, tiradores y cortadores, cuando no pueden tirar porque el contrario se les adelanta, rebaten el tiro y con acierto. Ambos demuestran alta capacidad para resistir heridas graves y mortales y a la vez responder de inmediato con toda ferocidad el ataque del contrario aun en difíciles condiciones. Se observa que han sido bien criados, alimentados, cuidados y preparados para el combate.  La pelea se define por lo general entre los cinco y diez minutos, aunque el tiempo no determina y puede durar tanto como lo posibiliten la capacidad de herir o de resistir; por otra parte se producen altibajos, o sea, unas veces esta ganando uno y de momento, con una picada, esta ganando el contrario hasta que llega la decisión final y esta pudiera ser tablas. Que cuando al que correspondió la peor suerte, todos sus seguidores sientan la satisfaccion de que perdió con honor y no lesiono el orgullo de gallero.  Cuando todos estos factores se dan en grado superlativo, el publico con su reconocimiento espontaneo lo aprueba y pasa al recuerdo, pudiéramos subir la evaluación al grado de MUY BUENA.  REGULARES: Desde el comienzo observamos deficiencias en uno u otro contendiente tales como mala boca, deficiente agarre, muchos tiros y pocas heridas, meten la cabeza, no rebaten ni revuelan, solo pican a la cara o a la cabeza, se va de un solo lado la pelea y el ganador no decide en el tiempo apropiado; mala calidad en las espuelas y/o su colocación; insuficiente preparación y cuido así como otras dificultades propias del gallo o del gallero que no satisfacen las expectativas. No obstante se reconoce la valía de su raza, cría o linea.  MALAS: En este caso se juntan todas las conductas indeseables de los contendientes, caracterizándose ademas porque en su mayoría se deciden en el tiempo máximo fijado por el Reglamento, aunque en ocasiones bastan cinco minutos y menos para definir la evaluación. También es muy común que estos gallos por lo general provienen de crías improvisadas, cruces indiscriminados, criadores y galleros “profanos” (Para darles un nombre) que en definitiva restan lucidez al espectáculo. No obstante a ello siempre aportan experiencias que aunque amargas al inicio, sirven de acicate a los verdaderos seguidores de este deporte para perfeccionar sus métodos y cambiar de categoría en la evaluación.  Por todo lo anterior ratifico que una pelea no define la calidad de los dos gallos que la efectúan, pero estos si pueden, deben y tienen que definir la pelea, acorde a su comportamiento en la misma como BUENA, REGULAR o MALA


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